ETERNO RETORNO

Heráclito el oscuro miró el río
captando el movimiento de sus aguas,
la ley del cambio luce su validez intrínseca...
Un mundo panteísta los estoicos crearon,
el fuego místico fundó su escuela.
Espejos hiperbólicos del alma
reflejaron las ávidas curvas de un rostro serio.
Engarzadas efigies
permútanse, revelan su carácter;
los acontecimientos se reiteran,
el origen encuentra su destino.
En mil conflagraciones
dormitó varios siglos el suntuoso universo...
De la nada, improbable es que las cosas
pudieran generarse;
la vida encaramada hacia la cumbre
impone su dinámica,
la heterogeneidad muestra su cara,
el caos se hace luz y viceversa...
Agente de los cambios
es el tiempo; los ciclos en el cosmos
rubrican andaduras de corte metafísico.
Todo transmuta con rigor constante.


PANORAMAS

En una biblioteca encuentro historias
que mentes hacedoras ya vivieron,
bregan contra la muerte nuestros símbolos,
callejones acechan a hurtadillas;
se ve lo universal y lo más íntimo
de la razón, el tiempo y el espacio...
Apariencias de entes insondables
arriban un teatro hecho de piedras,
hay un tablero de ajedrez vacío,
las piezas terminaron su batalla;
entre el olvido y la memoria tregua
difícil es lograr más se realiza.

La captación poética del mundo
el Amor en su feudo la profesa,
con un lenguaje alambicado nacen
las penumbras informes de lo Incógnito...
En la palabra luna veo la luna
orlada de blancuzcas telarañas,
la poesía late eternamente
y yo al igual que todos de cenizas
hecho estaré. Transitan las Ideas,
los sueños, agonías y desvelos,
leo doctrinas de derecha a izquierda,
la aguja de mi brújula va al Sur.
Cambian los entes, cambian pensamientos,
soy yo mismo ese otro que me sigue.

LA BRÚJULA

Cuando el magnetismo de su aguja
se ejecuta de icástica manera,
las aguas de un río respetan un cauce uniforme,
nos orientamos hacia el Norte inalienable,
se ve más claro el turbio Destino,
se conocen las dos caras del dios Jano,
los dióscuros, antes separados, se reencuentran,
ergo Ulises divisa el caballo de Troya y su Ítaca magna
y Nausícaa desdobla su mar de crepúsculos.
¡La brújula funciona como heraldo del estro!
El día y la noche bruñen los equinoccios, regulan los solsticios,
las piezas de ajedrez pergeñan nuevas batallas,
la aguja, hierática, señala un oasis, tuerce rémoras,
otea el horizonte casi imperceptible,
induce sinapsis neuronales,
nos anticipa el reflujo de los mares.

Cuando la brújula se detiene
nos desdibuja y descompone una vía,
claudica nuestro sentido orientativo,
ya no hay guía ni Providencia ni ansiada parousía...

Cuando la brújula vuelve a señalar un punto clave,
columbran nuestros ojos una meta.

AMANECER

Con áureo esplendor de una siempreviva
camina lentamente hacia la ventana,
abre sus alas de quetzal flamígero,
trenza sus manos con el sol naciente..
Transmutan sus luceros de Estambul en nubes blancas,
habita donde el cielo trae pureza,
desayuna con templadas primaveras
descompuesta en mil notas musicales,
solloza versos de factura singular,
ternura maternal hay en su esencia.
Ahora bien, yo me pregunto.
¿Despertará de nuevo?
¿Seguiré soñándola?

PASIÓN FOTÓNICA

Corpúsculos de velocidad arcana
se alejan, se aproximan, crear consiguen
el hermafroditismo de una bestia
preñada de energía perenne.

Cuando se encuentran en feliz reposo
confluyen algoritmos de pre-besos;
adheridos a las texturas del Espacio
cumplen su afecto, exudan verbos tibios.

En comprensiva mímesis sus luces
atraviesan la esfera del no-ser;
casi incorpóreos multiplican sus vidas
hasta en pleno mutismo conocer a Clímax.

Hijos del sol, incandescente átomo
que los devuelve a su calor superno;
serán el 1, el 2, el Infinito:
caótica aritmética sexual.